En el Meta se encuentra ubicado el primer radar hidrometeorológico del país, cuya inversión ascendió a los 6.700 millones de pesos. Otros tres más serán construidos entre este y el próximo año.
Colombia lloró a Mocoa el 31 de marzo de 2017. Ese día una avalancha provocada por el crecimiento del caudal de los ríos Mulato, Sangoyaco y Mocoa, así como las quebradas Taruca y Taruquita, provocó la muerte de 333 personas, dejó 398 heridos y 71 desaparecidos.
Diecisiete meses después, cuando la capital de Putumayo comenzaba a recuperarse, una avenida torrencial, del 80 por ciento de intensidad respecto al fenómeno natural registrado el año anterior, volvió a encender miedo.
La gran diferencia es que en la madrugada de ese 12 de agosto de 2018 no se registraron muertos ni heridos. Solo daños materiales.
El sistema de alertas tempranas que fue instalado por las autoridades en los ríos y quebradas, tras la avalancha del año anterior, permitió que la gente pudiera reaccionar y evacuar a tiempo.
Avalanchas como estas, al igual que crecientes súbitas, lluvias extremas, tornados, vientos, nieve, granizo y hasta ceniza volcánica son algunos de los fenómenos naturales que ahora podrán ser pronosticados con mayor precisión en el país.
El radar queda ubicado en medio de una sabana y para acceder a este hay que hacer una larga caminata desde la pista aérea del Batallón Ignacio Herrera y Vergara. Foto: Mauricio Ochoa Suárez. La entrada en operación del primer radar hidrometeorológico, ubicado en el Batallón Ignacio Herrera y Vergara, del corregimiento de Carimagua, en el municipio de Puerto Gaitán (Meta), permitirá mejorar la emisión oportuna de alertas tempranas para 2.457 veredas, de 125 municipios, situados en la Orinoquía y la cordillera oriental colombiana, al tener cobertura sobre ocho departamentos. Se trata de Boyacá, Casanare, Arauca, Vichada, Guaviare, Cundinamarca, Guainía y Meta. Pero además, este radar de origen finlandés, también puede medir insectos, aves, murciélagos, nieve y aviones. Su cobertura abarca 181.404 kilómetros y beneficia a una población de 2.106.142 personas, según las proyecciones hechas por el Dane.
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Según el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, con este radar aumentará la precisión de los pronósticos de eventos climáticos extremos al pasar de un 50%, que se maneja actualmente, a un 90%. Para esta estructura se invirtieron 6.700 millones de pesos, los cuales fueron donados por la empresa petrolera canadiense Parex como compensación a la Nación por tener licenciamiento ambiental en varios proyectos de la zona de influencia.
La operación de esta nueva herramienta está a cargo del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) que se encargó de estructurar el proyecto.
El radar tiene un radio de cobertura de 250 kilómetros que permite monitorear no solo la zona hidrográfica del Meta, sino otras cinco del país. Foto:Mauricio Ochoa Suárez
"Recordemos las inundaciones que tuvimos en los años 2010 y 2011 (Fenómeno de La Niña). El gran vacío que teníamos en Colombia era que no poseíamos la tecnología de punta que mejorará la precisión en los pronósticos y predicciones. Ahora estamos en la política de predecir y no estar atendiendo desastres", dijo el Ministro. El Funcionario aseguró que con esta herramienta se comienza a cristalizar el Sistema Nacional de Radares Meteorológicos, una de las redes más importantes y grandes en Suramérica, de la que harán parte otros tres radares que estarán ubicados en Barrancabermeja, San José del Guaviare y el Cerro Munchique, en el municipio del Tambo (Cauca).
"Este tipo de instrumentos nos va a dar a conocer en tiempo real, inclusive con cinco días de anticipación, los eventos naturales extremos. Esto nos permitirá disparar los planes de contiengencia antes de que sucedan los fenómenos", apuntó Lozano, quien aseguró que Bogotá también se beneficiará con este sistema de predicciones atmosféricas. La información emitida por este instrumento será consolidada en el Centro Nacional de Radares, que se ubica en la sede del Ideam en la capital del país.
A la inauguración asistieron directores de institutos científicos, viceministros, coroneles de la Policía y Ejercito, entre otras personalidades. Foto: Mauricio Ochoa Suárez.
Según el jefe de esa cartera, la prevención va a ser la política de este mandato y en ese camino el acceso al conocimiento, a la información y los datos será fundamental, pues se convertirán en insumos para la toma de decisiones. "Pero este radar no solo nos será útil a nosotros y al Ideam, también a los ministerios de minas, transporte y agricultura, ya que las alertas tempranas que emitan les permitirán adoptar medidas a estas carteras cuando se identifiquen probables deslizamientos sobre una vía o heladas, épocas de lluvias y sequías para los cultivos. Esto, en últimas, les permitirá a los campesinos reducir impactos y prevenir pérdidas económicas", expresó. Entre tanto, Yolanda Fernández, directora del Ideam, señaló que en la construcción de los otros tres radares serán invertidos cerca de 17.000 millones de pesos,provenientes del Fondo Nacional de Adaptación.
Le puede interesar: Marcharán en defensa de las consultas populares "De aquí a diciembre esperamos inaugurar el de Barrancabermeja y Guaviare, mientras que el de Cauca quedará para el otro año", recalcó la funcionaria para quien lo importante es que los departamentos, los municipios y en sí las comunidades se organicen y sepan cómo actuar ante eventos extremos. "De nada sirve emitir alertas tempranas si no hay consejos de gestión de riesgo bien organizados y preparados que las sepan ejecutar. No serían eficientes", explicó.
Fernández afirmó que cada vez eran más frecuentes los eventos naturales extremos y por eso prevenir era esencial. "La gente debe comprender que las tragedias no solo pasan en las noticias, sino que también pueden afectarnos en cualquier momento. Tenemos que apropiarnos del clima, no dejarlo a un lado", argumentó.
La información emitida por este radar será consolidada en el Centro Nacional de Radares, que se ubica en la sede del Ideam en Bogotá. Foto: Mauricio Ochoa Suárez. Por su parte, Fernando Carvajal, asesor de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, consideró que el radar era importante porque estaba dotado de la última tecnología existente en el mundo para la detección de los factores hidrometereorológicos.
“Eso implica que vamos a tener información en tiempo real y una forma de predecir los cambios que se van a presentar en el clima. Eso nos ayuda a fortalecer los sistemas de alertas tempranas, pues podremos con unos 3 o 5 días de antelación prevenir una avenida torrencial, una creciente súbita, un tornado, etc. Esto nos permitirá atender y avisar a la población para que se desplace y no tengamos pérdidas de vidas humanas”, manifestó.
Sin embargo, el asesor considera que los sistemas de atención temprana que hoy existen en el país aún son insuficientes y, por tanto, cree se deben implementar muchos más.
“Estamos trabajando en ello, pero este radar va a ser una herramienta fuertísima para fortalecer los existentes”, aclaró.
Para Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales, este sistema le será muy útil a esa entidad para poder hacer un seguimiento a los ecosistemas que maneja.
“Dispondrá de información que nosotros necesitamos en gran cantidad y que es indispensable, pues el radar no solo maneja el clima, sino el estado de los ecosistemas y de las especies de fauna y flora. También nos permitirá atender las situaciones muy particulares que se dan en este tipo de parques, por esa razón estamos muy contentos”, dijo Miranda.